Encuentro emocional en Noceda del Bierzo

En esta ocasión me siento muy feliz de poder compartir mi colaboración en la última edición de la revista cultural La Curuja editada por el profesor y escritor berciano Manuel Cuenya.

Se trata de un texto en el cual recojo mis sensaciones y reflexiones a raíz de mi participación en el X Encuentro literario de Noceda del Bierzo. Mi enorme gratitud por darme la oportunidad de acercar mis letras a tu pueblo y sus entrañables vecinos, querido Manuel. 

En el siguiente enlace se pueden leer las anteriores ediciones y conocer la gran labor de este colectivo cultural https://nocedadelbierzo.com/la-curuja/ , a continuación el texto.




En una cálida tarde de agosto nos allegamos al mismísimo útero de Gistredo, la matria de Manuel Cuenya, organizador del encuentro literario de Noceda del Bierzo, en esta ocasión su décima edición.
La acogida fue acorde con el clima, pronto comprobamos que se sentían encantados de compartir nuestro cariño por las letras y deseosos de escuchar poemas, relatos y canciones acompañadas al rabel que hasta este hermoso pueblo del Bierzo Alto fuimos invitados a llevar.
En el discurrir de las palabras navegamos de la risa al llanto, del amor a la rabia, del dolor a la esperanza, a bordo de historias cargadas de realidad. Poetas, narradores, juglares, aprendices en esto de dar forma a los pensamientos y las emociones a través del verbo. Cabe destacar la magia generada con cada uno de los intervinientes, dando forma a los sentimientos y provocando que la piel se erizara en más de una ocasión ante un auditorio entregado. De eso se trata, al fin y al cabo, de remover hasta el fondo del alma, de sacar a flote todo aquello que nos conmueve que nos duele que nos hace incluso vulnerables que nos hace sentirnos más humanos con esa fragilidad a veces olvidada. Solo el arte en cualquiera de sus manifestaciones nos engrandece y al mismo tiempo nos vuelve conscientes de nuestra escasa importancia en el mundo, de nuestro grano de arena en el inmenso desierto que es la existencia. Existencia breve repleta de sobresaltos que bien merece ser llenada de momentos bellos, de instantes robados a la rutina para hacer de ella un viaje inolvidable.
Ojalá tuviéramos más presente lo efímera que es la vida, lo fundamental de la buena salud para disfrutarla a plenitud. Entonces, tal vez sólo entonces, emplearíamos de una forma más sabia el tiempo, que es la vida misma pues ésta tan sólo es tiempo. Nos entregaríamos a amar en todas las formas posibles, los afectos mueven el mundo, son el verdadero motor. Son los que logran que no importe el dónde ni el cómo solamente el con quién.
Por lo tanto no dejemos de compartir con personas entrañables más horas inolvidables haciendo aquello que nos entusiasma, como lo fueron las pasadas aunando palabra, música y emoción en este maravilloso enclave berciano.

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